Textos argumentativos: Concepto, estructura y 5 ejemplos para que crees el tuyo fácilmente
Los textos argumentativos son aquellos que presentan una serie de razones, evidencias y justificaciones con el objetivo de persuadir al lector sobre una postura específica. Su propósito es convencer, a través de argumentos sólidos, sobre un determinado punto de vista o una conclusión.
Este tipo de texto es común en el ámbito académico, ya que fomenta la capacidad de los estudiantes para expresar sus ideas, defender opiniones y tomar una posición clara sobre un tema. Dentro de los textos argumentativos encontramos géneros como disertaciones, artículos de opinión, cartas argumentativas, editoriales y más.
Características de los textos argumentativos
La clave de los textos argumentativos es su capacidad para convencer. Para ello, es imprescindible partir de un punto de vista central, el cual debe estar fundamentado en datos, ejemplos y razonamientos que lo sostengan a lo largo del texto. El objetivo es que el lector acepte la visión presentada, o al menos, que se vea influenciado por los argumentos expuestos.
En el ámbito escrito, particularmente, es importante que la postura del autor quede clara desde el principio. Esto facilita que el lector entienda rápidamente cuál es la tesis y siga el desarrollo argumentativo hasta llegar a una conclusión convincente.
Estructura de un texto argumentativo
Un texto argumentativo se compone de tres partes principales: introducción, desarrollo y conclusión. Cada una tiene un propósito específico dentro de la argumentación, y el orden debe respetarse para que el mensaje sea claro.
- Introducción: En esta parte se presenta el tema y la postura que se va a defender. Debe captar la atención del lector y plantear la tesis central del texto.
- Desarrollo: Es el núcleo del texto, donde se presentan los argumentos que apoyan la tesis. Normalmente, cada argumento debe ocupar un párrafo y estar bien sustentado con ejemplos, datos o razonamientos lógicos.
- Conclusión: La parte final del texto, donde se retoma la tesis y se refuerza con los argumentos desarrollados. Aquí, el autor puede hacer una síntesis de los puntos más importantes y reafirmar su postura.
Tipos de introducciones para textos argumentativos
A la hora de comenzar un texto argumentativo, es crucial captar la atención del lector desde el primer momento. Aquí te mostramos algunas formas de hacerlo:
- Introducción narrativa: Introduce al lector con una historia o situación concreta que esté relacionada con el tema. Ejemplo: “Johana tiene 18 años y sueña con estudiar periodismo. Para lograrlo, dedica largas horas al estudio cada día. Pero, ¿es justo que el sistema educativo actual exija tanto a los estudiantes para alcanzar sus metas?”
- Introducción conceptual: Definir el tema de manera clara desde el inicio. Ejemplo: “Los textos argumentativos son una herramienta fundamental para persuadir al lector sobre una postura específica. ¿Es posible aplicar estos principios al marketing de contenidos?”
- Introducción con mención: Incluir una cita que introduzca el tema de forma impactante. Ejemplo: “Albert Einstein decía que ‘La imaginación es más importante que el conocimiento’. Esta reflexión puede ayudarnos a cuestionar los métodos tradicionales de enseñanza.”
Técnicas para elaborar textos argumentativos
Existen diversas estrategias que puedes utilizar para fortalecer tu texto argumentativo. A continuación, te explicamos algunas de las más efectivas:
- Analogía: Consiste en establecer paralelismos entre situaciones similares para simplificar la comprensión del lector.
- Apelo emocional: Busca tocar las emociones del lector, haciéndolo más susceptible a aceptar tu punto de vista.
- Prolepsis: Anticipa y responde a los argumentos de tu oponente antes de que los presente.
¿Qué tipos de textos argumentativos existen?
Después de haber revisado algunas estrategias para mejorar tus textos argumentativos, es momento de conocer los diferentes tipos de argumentos que puedes emplear para respaldar tu tesis de manera sólida y efectiva.
1. Argumento de autoridad
Este argumento se basa en la credibilidad de una fuente experta, como instituciones de investigación, académicos o testigos reconocidos. La fortaleza del argumento proviene directamente de la reputación de la fuente, por lo que es esencial mencionar de forma clara y precisa a la institución o individuo que avala la información. Incluir frases como “los estudios sugieren” sin citar la fuente resta seriedad a tu argumentación. Por ello, siempre es importante ofrecer detalles sobre el origen de los datos utilizados para que tu lector confíe en el contenido.
Incluso si eres un experto en el tema, cuando escribes como ghostwriter, tu propio conocimiento no es suficiente para argumentar; necesitas fuentes reconocidas que refuercen tu discurso.
2. Argumento de ilustración
Este tipo de argumento usa ejemplos concretos para demostrar que lo que se afirma es verdadero o plausible. La efectividad de estos ejemplos radica en su capacidad para conectar con el lector, ya que hacen que el argumento se vea tangible y aplicable a situaciones de la vida real. Es importante recordar que no todos los ejemplos tienen que ser positivos; en ocasiones, los casos negativos también pueden servir para reforzar tu postura. Por ejemplo, al defender el uso de identificaciones para mascotas, puedes señalar tanto los casos en los que ayudaron a encontrar al animal como aquellos en los que la ausencia de una identificación tuvo consecuencias negativas.
3. Argumento de causa y consecuencia
Este argumento explora las relaciones entre los hechos, analizando qué causas originaron ciertos efectos o consecuencias. Este enfoque permite que el lector vea una conexión clara entre las decisiones o acciones y sus resultados, lo que refuerza el razonamiento del texto. Este tipo de argumento es ideal para mostrar los impactos de determinadas políticas, acciones o comportamientos.
4. Argumento de pruebas concretas o principios
Este tipo de argumentación se basa en hechos comprobables y verificables, como datos estadísticos, estudios científicos o hechos de conocimiento general. Al utilizar pruebas concretas, no solo ofreces información basada en la realidad, sino que también refuerzas tu tesis con evidencias que son difíciles de refutar. Por ejemplo, incluir cifras o estudios relevantes que avalen tu punto de vista es una forma directa de otorgar solidez a tu argumento.
5. Argumento por analogía
El argumento por analogía establece una comparación entre dos situaciones similares, argumentando que lo que es válido para una, también debería aplicarse a la otra. Esta estrategia es útil para ayudar al lector a comprender la lógica de la tesis comparando el tema principal con algo que ya conocen o con lo que pueden identificarse. Este tipo de argumento se usa frecuentemente en ámbitos legales y jurídicos, donde se aplican precedentes para tomar decisiones en casos actuales.
6. Argumento de sentido común
El argumento de sentido común apela a ideas o creencias que son universalmente aceptadas y difíciles de refutar. Este enfoque se utiliza para respaldar opiniones o posturas que son ampliamente compartidas por la mayoría de las personas. Cuando empleas este tipo de argumento, das por hecho que tu lector estará de acuerdo porque se trata de algo que no requiere mucha justificación, ya que es algo obvio o generalmente aceptado.
7. Argumento de fuga
El argumento de fuga se emplea para evitar discutir un tema central cuando los argumentos no son lo suficientemente fuertes para sostenerse por sí mismos. Es una técnica que desvía la atención hacia puntos tangenciales o secundarios, aunque no es recomendable abusar de ella, ya que puede hacer que el texto pierda coherencia o profundidad.
8. Argumento lógico
El argumento lógico se basa en el razonamiento estructurado y coherente, siguiendo una secuencia de premisas que llevan a una conclusión lógica. Este tipo de argumentación es sencillo pero poderoso, ya que apela directamente a la razón del lector. Las relaciones de causa y efecto, condiciones o consecuencias son algunos ejemplos comunes de este tipo de razonamiento.
Sin embargo, es importante estar atentos a las trampas lógicas, es decir, a argumentos que, aunque parecen coherentes, en realidad no lo son. Estas trampas suelen consistir en conclusiones incorrectas basadas en premisas falsas o no relacionadas entre sí. Un ejemplo de trampa lógica sería: “Todos los hombres son mortales. Sócrates es hombre. Joana no es hombre. Por lo tanto, Joana es inmortal”. Este tipo de falacias pueden desvirtuar tu argumentación, por lo que es fundamental evitarlas.
5 ejemplos de textos argumentativos
1. Tema: El cambio climático y la responsabilidad de las grandes corporaciones
Tesis: «Las grandes corporaciones son las principales responsables del cambio climático y deben tomar medidas inmediatas para reducir sus emisiones de carbono.» Descripción: Este texto argumentativo sostiene que las empresas multinacionales, que generan la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, tienen una responsabilidad directa en la crisis climática. Los argumentos incluyen estudios científicos que muestran la correlación entre la actividad industrial y el calentamiento global, así como ejemplos de políticas sostenibles implementadas por algunas corporaciones para reducir su impacto ambiental.
2. Tema: La educación online como alternativa al sistema educativo tradicional
Tesis: «La educación online es una alternativa eficaz al sistema educativo tradicional y debería implementarse de manera más generalizada.» Descripción: Este texto argumenta que la educación en línea ofrece más flexibilidad, accesibilidad y recursos personalizados en comparación con los métodos tradicionales. Se presentan ejemplos de universidades que han adoptado exitosamente programas online y estudios que muestran cómo los estudiantes se benefician de esta modalidad. Además, se abordan los desafíos, como la falta de interacción social, y cómo pueden ser superados con plataformas adecuadas.
3. Tema: Legalización de la marihuana
Tesis: «La marihuana debería ser legalizada para uso recreativo y medicinal debido a sus beneficios terapéuticos y el fracaso de las políticas prohibicionistas.» Descripción: En este texto, se defiende la legalización de la marihuana argumentando que tiene beneficios médicos comprobados y que la prohibición solo ha llevado a la criminalización innecesaria. Los argumentos incluyen datos sobre el uso terapéutico de la marihuana en el tratamiento de enfermedades crónicas, así como ejemplos de países y estados donde la legalización ha llevado a una reducción del mercado negro y el aumento de ingresos fiscales.
4. Tema: El uso de los uniformes escolares
Tesis: «El uso de uniformes escolares reduce las desigualdades sociales y mejora la disciplina en el ambiente escolar.» Descripción: Este texto argumentativo defiende que el uso de uniformes en las escuelas ayuda a disminuir las diferencias socioeconómicas entre los estudiantes, promoviendo un ambiente más equitativo. Además, se menciona que los uniformes fomentan la disciplina y el sentido de pertenencia entre los estudiantes. Se incluyen estudios que sugieren que las escuelas con políticas de uniformes tienen menos problemas de comportamiento.
5. Tema: Prohibición de las corridas de toros
Tesis: «Las corridas de toros deberían ser prohibidas porque constituyen una forma de maltrato animal y no pueden justificarse como tradición cultural.» Descripción: Este texto sostiene que las corridas de toros son una práctica cruel que causa sufrimiento innecesario a los animales. Se argumenta que el maltrato animal no puede ser justificado bajo el pretexto de mantener una tradición cultural. Además, se presentan ejemplos de países o regiones que han prohibido las corridas y los beneficios que esto ha tenido en términos de bienestar animal.
Estos ejemplos de textos argumentativos muestran cómo abordar una variedad de temas con una tesis clara respaldada por evidencias y ejemplos.
Conclusión
En los textos argumentativos, la conclusión debe servir para reafirmar la tesis central y dejar una impresión final clara en el lector. En el caso del marketing de contenidos, puede ser útil incluir un llamado a la acción, como invitar al lector a reflexionar, compartir el contenido o interactuar con la publicación.